El menor tenía una discapacidad motriz y fue asesinado de un disparo por la espalda. Su padre, el homicida, lo habría matado por una venganza a su expareja.
Un espantoso crimen conmueve a la localidad de Ibarreta, provincia de Formosa, donde un hombre mató a su hijo de 9 años, grabó un video pidiendo perdón y luego se quitó la vida. La Justicia investiga si el móvil del asesinato fue una venganza hacia su expareja y madre del menor.
El hecho ocurrió en la madrugada del miércoles cuando Ariel Lovey, de 35 años, ingresó a la vivienda ubicada en el barrio San Roque, a unos 200 kilómetros de la capital de Formosa, donde el pequeño Zamir vivía con su madre, G.C.H. de 38 años. Ante la ausencia de la mujer, el padre tomó al nene y se lo llevó.
Si bien en un principio circuló que el asesino lo había apuñalado reiteradas veces, una fuente del caso confirmó que, en circunstancias que aún se investigan, el hombre mató a su hijo de un disparo por la espalda.
El video del asesino
Previo el asesinato, el agresor grabó un video en el que pedía perdón y justificaba que “Zamir nunca va a lograr ser alguien normal”, haciendo referencia a una discapacidad motriz que tenía el nene.
“Voy a hacer un video despidiéndome. Yo creo que esta es la mejor alternativa, porque si no mucho sufrimiento, tantos años… Zamir nunca va a lograr ser alguien normal. Esto ya lo verán cuando nosotros no estemos más”, sostuvo el asesino en el video que le envió a un amigo.
Y continuó: “Pido un millón de disculpas a todos los que les hice daño. No fue mi intención, pero bueno. Era joven. Soy joven todavía, pero ya no voy a sentir más. Yo no quiero que nadie me llore, ni que nadie me lamente, ni nada. Solamente que se me entierre y nada más. Bajo tierra, si es posible. Quiero que se olviden de mí”.
Luego del brutal crimen, el agresor intentó quitarse la vida, pero no lo logró. Fue internado en grave estado en el Hospital Central de Formosa capital y finalmente murió a última hora del miércoles.
Investigan si fue una venganza hacia la madre
Zamir Lovey había nacido el 19 de abril de 2014, con 29 semanas de gestación y 1,483 kilos, por lo que permaneció dos meses y medio internado en Neonatología, según explicaba una página de Facebook creada por su madre para compartir actualizaciones sobre su salud y su calidad de vida.
“No me daban muchas esperanzas de vida, la pasé muy mal: hice paros, me agarró neumonía y el virus hospitalario, entre otras cosas. Pero gracias a Dios, salí adelante a pesar de todo. No fue fácil, pero siempre junto a mamá la peleamos y seguimos luchando”, aseguraba el escrito.
“Hoy en día estoy bien, solo que todavía no puedo caminar. Me quedaron algunas secuelas, me diagnosticaron parálisis cerebral infantil y diparesia espástica, lo cual afecto mi motricidad”, explicaba la publicación realizada en el 2018.
La Justicia ahora investiga si el crimen de Zamir se trató de un caso de ‘homicidio oblicuo’, es decir, una venganza hacia la madre del nene. “Se trata de un delito enmarcado en el artículo 80, inciso 12 del Código Penal. Un crimen ‘con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que mantiene o ha mantenido una relación’”, explicaron fuentes del caso . El caso es llevado adelante por el titular del Juzgado de Instrucción y Correccional Nº 6 de Formosa, Guillermo Caballero.
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